Los días empiezan a acortarse y acto seguido los brazos del sofa aparecen alargándose hacia mi espalda alcanzándome y manteniéndome sujeto durante cálidas horas. Es momento de lanzar la imaginación para establecer que el mundo no se acaba en ese murmullo de sirena que surge desde el acogedor cojín.
A mi, la imaginación me lleva a aquellos lugares que de alguna u otra forma me han marcado. Y como si en una mesa redonda, iluminada con poca luz y abarrotada de vidrio con forma de botella vacía de cerveza me encontrara, aquí te los lanzo.
Mi imaginación me traslada a:
- Maluenda, donde más recuerdos he escondido.
- Tokyo, donde realmente puedes creer que eres un extraterrestre.
- Formentera, colándome por un profundo agujero hasta algún párrafo del cuento de "Lucía y el sexo".
Y tu imaginación dónde te lleva...
Sin saber como, buscando otras cosas, una llega a cierta información que no estaba buscando y... sorprende! entonces es cuando no hace falta imaginar, puesto que lo ves, lo ves con tus propios ojos. Enhorabuena por el blog!
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